Todos conocemos la importancia de limpiarnos la cara a diario. Nuestra cara se ve expuesta a miles de bacterias, gérmenes y suciedad todos los días. Además, muchas de nosotras utilizamos maquillaje. Lavarnos bien nos ayuda a desmaquillarnos y a quitar las impurezas que obstruyen nuestros poros y opacan el brillo de nuestra piel.
No obstante, mucha gente no sabe incorporar una rutina de limpieza efectiva en su día a día. Si este es tu caso, no te preocupes, en este artículo te daremos una serie de pasos que te ayudarán a construir una rutina de limpieza para que puedas adoptar el hábito de lavarte la cara todos los días.
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Desmaquillarnos
Muchas de nosotras nos aplicamos maquillaje todos los días, ya sea un poco de base, o rimmel en las pestañas. Al empezar la mañana, la aplicación de nuestro maquillaje debe ir de último en nuestra rutina, pero de noche, desmaquillarnos debe ser el primer paso. Puedes utilizar varios productos para esto: toallitas limpiadoras, crema desmaquillante e incluso agua micelar. Quitarnos el maquillaje antes de lavar nuestra cara le dará a nuestra piel una doble limpieza que nos ayudará a que brille y se vea más saludable.
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Limpiarnos
En las mañanas, limpiarnos la cara debe ser el primer paso. En las noches, debemos limpiarnos la cara después de desmaquillar. Al lavarnos la cara, debemos procurar utilizar un producto suave, como un gel limpiador, para que no irritemos o dañemos nuestra piel. Al lavarnos, hay que aplicar el limpiador con movimientos circulares para poder limpiar completamente. Además, hay que utilizar agua tibia para que nuestros poros se abran y debemos procurar no utilizar agua muy caliente o muy fría, ya que esto puede irritar nuestra piel. Lavarnos la cara eliminará el exceso de contaminantes, grasa y otras impurezas que se acumulan en nuestra piel. Al terminar, hay que enjuagarse y asegurarnos de eliminar el limpiador completamente. Después debemos secarnos con ligeras palmadas, porque frotar la toalla puede dañar o irritar nuestra piel.
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Exfoliarnos
No debemos exfoliarnos todos los días; hacerlo dos o tres veces por semana es suficiente. Cuando nos exfoliamos, estamos eliminando las células muertas de nuestra piel. Esto hará que la piel se sienta más suave y saludable. Además, exfoliarnos promueve la producción de colágeno. Sin embargo, exfoliarnos demasiado puede causar irritación. Si esto sucede, considera reducir la frecuencia de tu exfoliación.
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Humectarnos
Después de limpiarnos el rostro completamente, debemos hidratarlo. Mantener nuestro rostro hidratado hará que nuestra piel luzca firme y brillante. Debemos aplicar el humectante con movimientos circulares, estimulando la circulación de la sangre, que a su vez ayudará a que nuestra piel luzca más radiante.
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Aplicarnos bloqueador solar
Finalmente, el bloqueador solar debe ser tu mejor amigo. No es necesario aplicarlo de noche, pero en las mañanas, después de humectar el rostro, debemos aplicarnos cualquier tipo de crema con SPF. Los rayos ultravioleta pueden causar muchos problemas en nuestra piel, entre ellos las manchas o arrugas prematuras. Por eso, procura siempre aplicarte bloqueador solar.
Estos son cinco pasos simples con productos básicos que puedes utilizar para limpiarte el rostro en tu casa, en las mañanas y en las noches. Si tu piel sufre de otros problemas, habla con un experto y busca la fórmula perfecta de productos para tu piel. En general, estos cinco pasos te ayudarán a establecer una rutina de limpieza buena, cosa que tu piel agradecerá. En Rebecana, siempre te damos la bienvenida si quieres hacerte un facial o una limpieza profunda, pero recuerda que los resultados vienen de la consistencia. Sigue esta rutina y lograrás que tu piel esté sana y resplandeciente.