La exfoliación es aquel proceso por medio del cual la piel se desprende de la capa exterior de células de piel que ya están muertas, mientras va creando nuevas células en la capa inferior. Sin embargo, a pesar de parecer increíble el cuerpo humano todos los días pierde miles y miles de partículas de células de la piel, y esto sucede sin avisarnos.
Aquella piel opaca, áspera y escamosa es la que aún no ha mudado de manera total las células viejas, pero cuando la piel es exfoliada sea de manera natural o artificial, esta luce mucho más clara y más suave. En medio de ese periodo de la adolescencia se genera totalmente la capa exterior de la piel entre cada 14 o 20 días. Al tener 40 años de edad, ese mismo proceso puede durar hasta 45 días, lo que provoca una piel reseca, deshidratada y con muchas manchas rojizas. Por lo cual, necesitaremos ayuda para vernos bien y es allí en ese momento en que una limpieza de exfoliación se convierte en una parte importante de nuestro régimen para el cuidado de la piel.
Uno de los secretos más importantes para mantener la piel saludable, con una apariencia natural y mucho más joven es darle un impulso a ese proceso de la renovación celular natural que realiza ella misma. Esto es lo que hacen específicamente las limpiezas de exfoliación a nuestra piel, es por esto que los productos de exfoliación contienen pequeñas partículas que permiten quitar la capa exterior de las células muertas a través de la fricción.
La Exfoliación Regular de la Piel
Una exfoliación adecuada no solamente ayuda a lucir bien nuestra piel, sino que también quita la suciedad que bloquea los poros, mejora la textura natural de la piel, ayuda a minimizar la apariencia de líneas de expresión, la piel se vuelve más suave, y permite que los productos para la piel penetren fácilmente y realicen su trabajo de manera eficiente.
Uno de los beneficios más importantes de exfoliar regularmente la piel, es una piel mucho más suave y que empieza a absorber mejor los productos que para nosotros es importante aplicarle. Es importante que las células muertas no se acumulen en nuestros poros provocando la liberación de un exceso de grasa, puesto que es necesario entender que las células de nuestra piel se multiplican, renuevan, y una vez que me mueren ocurre esta acumulación.
Los poros obstruidos, impiden además la absorción de los ingredientes antiedad o hidratantes de los tratamientos de bellezas que más usamos. Es por esta razón, que una limpieza profunda de la piel es necesaria para gozar de una muy buena salud cutánea. La exfoliación permite la aceleración de ese fenómeno natural incitando la reproducción celular y la microcirculación sanguínea. Así la piel recupera su suavidad y flexibilidad gracias a este proceso natural.
¿Con qué frecuencia debemos Exfoliarnos la Piel?
Es importante entender qué tipo de piel tienes. Para las pieles secas y sensibles, una exfoliación cada quince días es más que suficiente; para una piel normal se requiere una vez por semana y para pieles grasas es necesario exfoliar dos veces a la semana. Siempre que consideremos el tipo de piel que tenemos podremos escoger la frecuencia con la cual debemos exfoliarla, ya que sí realizamos una exfoliación incorrecta se puede provocar un daño irreparable en la piel.
Es fundamental también recordar que toda exfoliación, tiene que ir en conjunto con un cuidado hidratante para de esa manera ir renovando la capa protectora de la epidermis. Además, luego de realizada, nuestra piel absorberá de manera mucho más fácil y rápida todos los tratamientos que queramos aplicar en ella.
La frecuencia con la que pretendamos exfoliar nuestra piel, es un punto importante para la salud de la misma. No es solamente recurrir al tratamiento de una exfoliación tras los productos hidratantes del mismo, sino que el tiempo con el que lo hagamos va a permitir manifestar la salud correcta de nuestra piel, evitándonos problemas de exceso de exfoliación incluso enfermedades que inician a partir de un tratamiento incorrecto.
Conoce tu Piel
Un aspecto importante antes de una exfoliación y después de ella, es el conocimiento que tengamos de nuestra epidermis. Muchos son los productos que ayudarán a nuestra piel a mantenerse sana, y proceder a entrar en esa renovación necesaria de la capa protectora de la misma; sin embargo no todos los productos de hidratación o tratamiento son aceptados por nuestra piel.
Es decir, que así como es importante la frecuencia con la que pretendes exfoliar tu piel también es importante el tipo de cremas, o tratamientos que pretendas aplicar sobre ella luego de la exfoliación. De esto depende la sana renovación de la capa importante de la epidermis para seguir su proceso de sanación y limpieza, sí utilizas sobre tu piel de manera ligera cualquier producto puede que incluso eso, frene la exfoliación que con anterioridad realizaste y no verás los resultados.
¿Cómo debemos cuidar nuestra piel?
Una piel sana requiere de cuidados específicos y la disposición de nosotros mismos para mantenerla en su mejor estado. No solamente existen productos reconocidos de belleza que son saludables para nuestra piel, sino que naturalmente también puedes encontrar ingredientes que le van de maravilla a tu epidermis y que por si fuera poco apoyan mucho más rápido la renovación y proceso natural de ella.
Con las cremas y productos adecuados tu piel lucirá maravillosa y podrás regalarle a menudo un tratamiento ligero y de calidad.
En definitiva, la exfoliación para la salud de nuestra piel juega un importante papel siempre y cuando se sigan los pasos adecuados y utilizando los productos correctos de cada tipo de piel, así se puede conseguir el mejor resultado en cuanto salud se refiere.