El sueño es esencial para el bienestar general de nuestro cuerpo. Necesitamos horas de descanso y regeneración. Y por eso, su falta puede afectar negativamente diversos aspectos de nuestra salud. Esto incluye la piel. Cuando no dormimos lo suficiente o tenemos un sueño de mala calidad, nuestra piel lo resiente. Y esto puede manifestarse en diferentes problemas cutáneos. Es un gran delator de nuestra falta de sueño: no consigue regenerarse y las imperfecciones salen a la luz. En este artículo, exploraremos cómo la falta de sueño afecta la piel. Descubriremos también la importancia de descansar adecuadamente para mantener una piel sana.

Vínculo sueño y piel

La conexión entre el sueño y la piel es profunda y multifacética. Durante el sueño, nuestro cuerpo lleva a cabo una serie de procesos de reparación y regeneración, y la piel no es una excepción. Durante las horas de sueño, se liberan hormonas importantes como la melatonina. Esta ayuda a combatir el envejecimiento prematuro de la piel y promueve la producción de colágeno.

Por otro lado, la falta de sueño o un sueño de mala calidad puede llevar a una mayor liberación de cortisol, la hormona del estrés. El aumento de cortisol puede provocar inflamación en la piel. Esta hormona puede agravar afecciones como el acné, la dermatitis y la psoriasis. Además, cuando no dormimos lo suficiente, nuestro cuerpo retiene más agua. Esto puede llevar a la hinchazón y las ojeras debajo de los ojos, dando lugar a una apariencia cansada y envejecida.

Cómo afecta la piel la falta de sueño

Ojeras e hinchazón por el sueño

La falta de sueño puede causar que los vasos sanguíneos debajo de los ojos se dilaten. El resultado: la aparición de ojeras y bolsas debajo de los ojos. La retención de líquidos también puede causar hinchazón en todo el rostro. Claramente esto afecta negativamente la apariencia general de la piel.

Menor cantidad de oxígeno en la piel

Cuando dormimos profundamente, la sangre logra llegar a la superficie del rostro. Una vez allí, comienza el proceso de oxigenación. Su objetivo es reparar la piel, oxigenarla y aportarle nutrientes. Si tenemos un descanso de pocas horas, no solo amanecemos cansados, sino que también nos veremos así.

Piel opaca y sin brillo

Durante el sueño, la piel se renueva y elimina las células muertas de la capa superficial. Cuando no dormimos lo suficiente, la renovación celular se ralentiza. Y esto puede resultar en una piel opaca y sin brillo. En otras palabras, la desintoxicación que normalmente se llevaría a cabo se interrumpe.

Durante la noche, la epidermis libera las toxinas que hemos absorbido durante el día. Es decir, a todas las cosas a las que hemos estado expuestos. Va desde el humo de los carros y la suciedad de la ciudad hasta la contaminación en el aire. Si un día despiertas con más imperfecciones en la cara, es porque no has dormido lo necesario. Y si no has dormido lo necesario no se ha completado el proceso de desintoxicación. Todas esas bacterias se quedaron en tu cara.

Mayor sensibilidad e irritación

La piel privada de sueño puede volverse más sensible e irritada. Esto puede manifestarse en enrojecimiento, descamación y picazón. Esto puede presentarse también como un agravamiento del acné y otras afecciones cutáneas que ya teníamos. ¿Por qué? Porque el aumento de cortisol debido a la falta de sueño puede empeorar el acné existente y dificultar su curación. También puede exacerbar afecciones cutáneas como la psoriasis y la dermatitis.

Envejecimiento prematuro de la piel

La falta de sueño también puede contribuir al envejecimiento prematuro de la piel. El colágeno y la elastina se producen durante el sueño. Si hay una producción insuficiente, puede dar lugar a la aparición de líneas finas, arrugas y flacidez. Es decir, no absorbemos todos los beneficios de la regeneración celular. Nuestra piel no sólo necesita que durmamos una cantidad de horas determinada. Lo que necesita es que descansemos de forma reparadora durante esas horas. El sueño profundo o la fase REM es cuando nuestro cuerpo empieza el proceso de regeneración. Esta regeneración implica a las células afectadas durante el día. Cuánto más reparador sea nuestro descanso, más posibilidades de regeneración le ofreceremos a la piel del rostro.

Consejos para mejorar el sueño y cuidar la piel

Como hemos visto, la piel y el sueño tienen una relación muy próxima. Las personas, la mayoría de veces, podemos controlar el número de horas que dormimos. Pero la calidad de nuestro sueño se escapa de nuestras manos a veces. Por eso, es importante trabajar todos los días para mejorar el sueño y así cuidar la piel.

Establece una rutina de sueño

Intenta acostarte y levantarte a la misma hora todos los días, incluso los fines de semana. Una rutina de sueño consistente ayuda a regular el reloj biológico y mejorar la calidad del sueño.

Crea un ambiente propicio para conciliar el sueño

Asegúrate de que tu dormitorio sea cómodo y tranquilo. Mantén la habitación oscura y a una temperatura agradable para un sueño óptimo.

Evita la cafeína y la tecnología antes de dormir

El teléfono y las pantallas no son aliados del descanso. Limita el consumo de cafeína en la tarde y evita el uso de dispositivos electrónicos antes de acostarte. La luz azul de las pantallas puede interferir con la producción de melatonina. Esta es la hormona del sueño. Jennifer Aniston cuenta que su secreto para mejorar su descanso es mantener su teléfono lejos de su cama. Ella procura desconectarse de él, preferiblemente una hora antes de apagar la luz.

Practica técnicas de relajación para cuidar tu piel

Antes de dormir, dedica tiempo a actividades relajantes. Estas pueden ser leer un libro, tomar un baño caliente o practicar meditación o respiración profunda. Para Bella Hadid, las técnicas de relajación incluyen utilizar música para meditar. La modelo pone una lista de reproducción de música de meditación y es así como consigue conciliar el sueño.

Limita la exposición al estrés

Intenta manejar el estrés y la ansiedad a través de técnicas de manejo del estrés. Estas incluyen la meditación, el yoga o actividades que te ayuden a relajarte. Emma Watson utiliza la meditación y el yoga en sus rituales para dormir. Se dio cuenta que hay que tomar pequeños breaks y que es imposible hacerlo todo. Los baños son otro de sus rituales favoritos para manejar el estrés.

Hidratación y cuidado adecuado de la piel

Asegúrate de hidratar y cuidar adecuadamente tu piel. Utiliza productos suaves y adecuados para tu tipo de piel. Y limpia e hidrata tu piel antes de dormir para ayudarla en su proceso de regeneración nocturna. Además, para ayudar con la hidratación desde dentro, procura tomar agua o infusiones antes de ir a dormir. Esto es lo que hace Lea Michele, quien, antes de dormir, toma té, agua caliente y limón.

No pases más sueño y cuida tu piel

El sueño es una parte esencial de la rutina diaria que afecta significativamente la salud. Y por tanto afecta también la apariencia del rostro. Una buena calidad de sueño es crucial para que la piel se repare, regenere y mantenga su vitalidad. Si no duermes lo suficiente, tu piel lo notará. Lo reflejará en la forma de ojeras, hinchazón, piel opaca y afecciones cutáneas agravadas. Establecer hábitos de sueño saludables y cuidar adecuadamente tu piel es fundamental. Es así como lograrás mantener una piel sana, radiante y de aspecto más joven. Así que, desde Rebecana, te lo recordamos. ¡Asegúrate de dormir lo suficiente y dar a tu piel el descanso que se merece!